lunes, 20 de junio de 2016

Consecuencias de la contaminación en la salud.
La contaminacion del aire como bien hemos visto es un problema grave, que nos afecta a todos.
En este Blog te mostraremos como prevenir y remediar la contaminacion atmosferica.
Para adentrarnos un poco mas al tema te daremos la definicion de cada uno de estos factores de riesgo.
Contaminacion del aire:
La contaminación del aire es una mezcla de partículas sólidas y gases en el aire. Las emisiones de los automóviles, los compuestos químicos de las fábricas, el polvo, el polen y las esporas de moho pueden estar suspendidas como partículas. El ozono, un gas, es un componente fundamental de la contaminación del aire en las ciudades. Cuando el ozono forma la contaminación del aire también se denomina smog.
Algunos contaminantes del aire son tóxicos. Su inhalación puede aumentar las posibilidades de tener problemas de salud. Las personas con enfermedades del corazón o de pulmón, los adultos de más edad y los niños tienen mayor riesgo de tener problemas por la contaminación del aire. La polución del aire no ocurre solamente en el exterior: el aire en el interior de los edificios también puede estar contaminado y afectar su salud.


Efectos de los contaminantes del aire en la salud: Como bien sabemos este tipo de contaminantes tienen un gran impacto en nuestra salud,como problemas respiratorios entre otros, algunos ejemplos son:

Efectos respiratorios:
  • Asma
  • Bronquitis (aguda o cronica)
  • Enfisema
  • Neumonia
  • Envejecemiento prematuro de los pulmones
 Efectos cardiovasculares:
  • Enfermedad de las arterias coronarias
  • Ritmos cardiacos anormales
  • Insuficiencia cardiaca congestiva
Efectos en la funcion pulmonar:
  • Estrechamiento de las vias respiratorias
  • Reduccion del flujo del aire

Remediacion del aire.
Métodos de control para emisiones de compuestos orgánicos volátiles por fuentes fijas

Para alcanzar los estándares de emisiones establecidos en las NOM o por programas específicos (el Proaire de la ZMVM, por ejemplo) se están aplicando y/o desarrollando varias técnicas para el tratamiento de gases emitidos. Los métodos para el control de compuestos orgánicos volátiles (COV) en emisiones de fuentes fijas se pueden clasificar en dos grandes grupos: los métodos fisicoquímicos y los métodos biológicos. En algunos casos, la opción para el control de emisiones de COV involucrará a más de uno de estos métodos de acuerdo con las características de la emisión.
En la selección del equipo adecuado para el control de la contaminación del aire se deben contemplar los aspectos que aparecen a continuación. Todas estas consideraciones permitirán realizar una adecuada evaluación técnico-económica de la tecnología propuesta, en donde la elección del método adecuado para el control de compuestos volátiles depende de la ponderación de los siguientes aspectos:
- Características del contaminante a remover (concentración, propiedades físicas y químicas como corrosividad, abrasividad, toxicidad y combustibilidad).
- Las características de la corriente contaminada (temperatura, presión, humedad, flujo, presencia de partículas).
- La eficiencia de remoción requerida (dictada por las normas de emisión vigentes o por la meta a alcanzar).
- Posibilidad de recuperar y reutilizar el contaminante así como identificar y cuantificar los subproductos que se puedan generar con el proceso y el costo de su disposición.
- Los requerimientos de potencia, de suministros y de mantenimiento deberán ser calculados al igual que los costos de inversión inicial.

Métodos fisicoquímicos

Estos métodos se utilizan para el control de contaminantes particulados (sólidos o líquidos) como polvo y aerosoles mediante el uso de un sedimentador gravitacional, separador centrífugo, ciclón, filtro de tela y precipitador electrostático. Para el control de compuestos gaseosos tales como SO 2 , NOx, ozono (O 3 ), CO y COV se encuentran los procesos como la absorción, la adsorción, la condensación y la oxidación catalítica y/o la incineración térmica. Estos métodos tienen desventajas inherentes. Los oxidantes químicos son costosos y en algunos casos peligrosos. En ciertas ocasiones el contaminante solo se transfiere de una fase a otra y queda el problema de disposición del agua o del carbón activado (este último requiere regeneración periódica). En varios de ellos se necesita un elevado consumo de agua, energía y combustibles, lo que lleva asociado altos costos de instalación y mantenimiento. No obstante, son técnicas rápidas y altamente eficientes y en algunos casos, constituyen la única opción para el control de ciertas emisiones.

Incineración u oxidación

La incineración, también llamada incineración de vapores, es un proceso en el cual el gas que contiene el contaminante es capturado por un sistema industrial de ventilación, precalentado, mezclado y oxidado a altas temperaturas que da como resultado otros compuestos. En el caso de los hidrocarburos orgánicos cuya composición es sólo carbono e hidrógeno, los compuestos resultantes son dióxido de carbono y agua (CO 2 y H 2 O). Sin embargo, si los compuestos orgánicos contienen cloro, fluoro o azufre, entonces los productos que se pueden formar serán vapores de ácido clorhídrico, de ácido fluorhídrico o dióxido de azufre y en algunos casos la formación de dioxinas. La formación de óxidos de nitrógeno es también posible durante la incineración. En general, los sistemas de oxidación tienen eficiencias de destrucción mayores al 99 %. Los sistemas de oxidación o incineración pueden dividirse, a su vez, en dos tipos principalmente: oxidación térmica y oxidación catalítica. La eficiencia de un incinerador puede verse afectada por la concentración de los compuestos orgánicos, la temperatura de ignición y el tiempo de residencia o el volumen del catalizador (EPA 2002).

Oxidación térmica

La oxidación térmica es uno de los métodos de control de emisiones más frecuentemente utilizados cuando la concentración de vapores orgánicos es generalmente 50% menor al límite inferior de explosividad. El sistema consiste en una cámara (recubierta en su interior por material refractario) en la que se encuentran algunos quemadores, los cuales son utilizados para calentar la corriente gaseosa hasta la temperatura necesaria para la oxidación de los compuestos, generalmente entre 700 ºC y 1,000 ºC. En algunos casos una porción del gas a tratar se utiliza en dichos quemadores para proporcionar el oxígeno necesario para la combustión. El combustible utilizado puede ser gas natural, propano o butano y su consumo puede ser disminuido mediante la utilización de sistemas de recuperaciuón o generación de calor. El proceso de oxidación térmica es generalmente rápido (ocurre en menos de un segundo) aunque puede variar dependiendo de la temperatura y de las condiciones de mezclado en cámara.

Oxidación catalítica

La oxidación catalítica es similar a la oxidación térmica, sin embargo, un catalizador dentro del sistema disminuye la energía de activación requerida para la oxidación total, por lo que ésta ocurre a temperaturas menores. Estos sistemas se utilizan cuando la concentración de los vapores orgánicos es menor del 25% de su límite inferior de explosividad, ya que con concentraciones mayores se pueden alcanzar altas temperaturas y dañar el catalizador. Las temperaturas de operación se encuentran entre los 300-450 ºC. Comúnmente, los cataliza-dores utilizados en la oxidación de este tipo incluyen óxidos metálicos de platino, paladio o rodio. También pueden ser utilizados materiales como el pentóxido de vanadio, el dióxido de titanio o el dióxido de manganeso. Los costos del combustible en estos sistemas son más bajos y en algunos casos es posible operar sin combustible, excepto durante el arranque; sin embargo, el catalizador tiene un precio elevado y una vida útil que debe considerarse (EPA 2002).

Absorción

Los procesos de absorción son métodos de transferencia de masa desde la corriente de aire que contiene la carga de COV hasta un líquido absorbente, impulsados por un gradiente de concentración. Las soluciones absorbentes incluyen agua, sosa cáustica, aminas y algunos hidrocarburos. El absorbente empleado dependerá de las características de solubilidad del COV a remover. Todos los sistemas de absorción buscan mejorar la transferencia de masa, forzando el contacto de la fase líquida con la fase gaseosa, ya sea en paralelo o a contra corriente. Estos sistemas están diseñados para operar en un amplio rango de eficiencias de remoción entre 70 y 99 %. El factor más importante que afecta la eficiencia de remoción es la solubilidad del contaminante en el líquido, seguido por la temperatura y el pH. Algunos sistemas que operan bajo este principio incluyen configuraciones tales como las torres de aspersión, torres empacadas o lavadores húmedos (EPA 2002).

Adsorción

La adsorción se refiere a procesos donde las moléculas de COV son removidas de la corriente gaseosa al transferirse a la superficie sólida del adsorbente. Existen dos tipos de procesos de adsorción: adsorción química y adsorción física. La adsorción química no es utilizada en sistemas de control de contaminantes gaseosos por la dificultad que implica su regeneración. En la adsorción física, la molécula del contaminantes es ligeramente retenida en la superficie del adsorbente por débiles fuerzas electrostáticas, de manera que el material puede ser fácilmente regenerado. El carbón activado es el adsorbente más usado hoy en día para retirar COV, existen tres tipos comunes: granular activado, polvo activado y fibra de carbono. También la silica gel, zeolita, alumina y polímeros pueden ser empleados como adsorbentes. Estos sistemas alcanzan eficiencias de remoción altas, entre 95 y 98% para carbón activado. La regeneración del adsorbente puede ocurrir in situ ex situ . La regeneración involucra el tratamiento de los contaminantes desorbidos, ya sea por incineración o en algunos casos para su recuperación. En casos en los que no se considere la regeneración del adsorbente, se deberá disponer del mismo de acuerdo a la legislación, y en la mayoría de los casos como residuo peligroso. La retención de los contaminantes en el adsorbente puede verse afectada por factores tales como la temperatura, la presión, la concentración de los contaminantes, el peso molecular de los contaminantes, la humedad y la presencia de partículas. Estos sistemas también pueden presentar problemas de explosividad de acuerdo con la concentración y tipo de contaminantes adsorbidos (EPA 2002, Cooper y Alley 2002).

Condensación

En este proceso, los contaminantes gaseosos son removidos de la corriente gaseosa mediante el cambio de fase a líquido. Esto se logra incrementando la presión o reduciendo la temperatura o la combinación de ambas, sin embargo considerando los costos de operación y mantenimiento de los equipos de compresión, la mayoría de los sistemas de condensación para tratamiento de aire operan bajo el principio de reducción de temperatura. La eficiencia de remoción de un condensador es generalmente del 90% y radica principalmente en el punto de rocío y en la temperatura de operación. Existen tres tipos de condensadores: los convencionales, los criogénicos y los de refrigeración. Este sistema es frecuentemente utilizado cuando el contaminante puede ser reusado en el proceso, evitando así el costo de materiales nuevos en el proceso (EPA 2002).

Métodos biológicos

Estas tecnologías se basan en la degradación o transformación de los contaminantes en compuestos menos dañinos. En términos generales, la purificación biológica es un proceso en el cual los gases contaminados son tratados al entrar en contacto con un medio biológicamente activo. El límite de estos procesos es la biodegradabilidad de los contaminantes, en donde los compuestos biogénicos (generados por procesos biológicos) son fácilmente biodegradables, mientras que aquellos con estructuras químicas no naturales (xenobióticos) pueden ser más recalcitrantes.
Los sistemas biológicos de tratamiento de aire, son considerados como tecnologías limpias (tecnologías verdes) con base en los siguientes aspectos:
. Requieren de menor uso intensivo en energía (menor impacto ambiental y costo de operación).
. No utilizan sustancias peligrosas para su operación.
. No requieren condiciones extremas de trabajo.
. Al igual que la oxidación térmica y la catalítica, el contaminante es destruido en lugar de sólo transferirse de fase.
. El CO 2 producido asociado con esta tecnología es mucho menor al generado por la incineración térmica al no usar combustibles suplementarios.
Para la selección adecuada de una tecnología para el control de compuestos volátiles suele ser útil la figura 1 en la que se muestran los rangos de concentración y de flujos de aire, en los cuales cada una de las tecnologías de control son las óptimas para cada caso particular (Kosteltz et al. 1996). De esta figura, se observa que los métodos biológicos son eficientes para grandes volúmenes de aire con bajas concentraciones. En la siguiente sección se presenta a detalle información sobre los métodos biológicos para el control de emisiones de fuentes fijas de compuestos volátiles.



Prevención de la contaminación

para poder prevenir la contaminacion del aire existen muchas maneras muy sencillas. es importante todo esto para que podamos vivir en un planeta saludable.

+  Afina y da mantenimiento a los automóviles.
+  Maneja menos para reducir las emisiones contaminantes.
+  Anda en bicicleta, camina, usa el transporte público y comparte tu auto con compañeros de escuela y trabajo.
+  Evita quema de basura y llantas, así como el uso de cohetes artificiales.
+ No compres artículos desechables y plásticos que no son biodegradables.
+ Recicla la basura, reutiliza o abona todo lo que puedas. 
+ No tires basura en la calle, bosques y parques, envolverla o taparla bien en la casa.
+ Usa racionalmente los plaguicidas y fertilizantes en tu jardín. 
+ Evita el consumo de tabaco.
+ Cuida los bosques, no hagas cosas que puedan provocar incendios ni destruir las zonas verdes de la ciudad.
+ Disminuye el uso de productos de limpieza 
+ Deshazte de los desechos peligrosos y de los químicos de la forma adecuada. Algunos de ellos son baterías, aceite de motor, puntura, solventes.  Busca los lugares donde se depositan este tipo de desperdicios.